Algún activista de Greenpeace se espantaría al leer esto. Pero visitamos un restaurant llamado "Carnivore" en estos días. Resulta que nos habían comentado que en este lejano sitio de Johannesburgo se podía comer casi de todo. Y en efecto, así fue. Siento que acabamos con la mitad de uno de los zoológicos de la ciudad.
Muy exótico y con muchas alusiones al continente africano en la decoración, el sitio es un "all you can eat". Al diablo con las dietas y la alimentación balanceada. Hay una banderita de Sudáfrica que te corresponde bajar cuando ya no quieres (o puedes) comer más.
El primer asalto: Cocodrilo. Sabe a pollo, pero con más huesos y cartílagos. Luego vinieron en sucesión: Cebra, Kudu, Antílope y las tradicionales costillas de cerdo y el pollo. A nuestro juicio: lo mejor fue la Cebra. Evité recordar a Martín, la cebra de la película Madagascar. Igual, vaya para él su homenaje póstumo. Me sirve pensar que estaba sabroso.
QEPD
Al final del cuento, sólo nos queda probar la carne de Ostridge (Avestruz) que se nos ha resistido. Esperamos poder conseguir en algún lado o, en el peor de los casos, poder cazarla y comerla cual cavernícola.